Autor: Chema Madoz |
Hace poco me preguntaba cómo sería posible guardar toda una vida en la maleta, y puesto que una imagen vale más que mil palabras, que mejor manera que ilustrarlo con una fotografía de Chema Madoz. Esta imagen me ha hecho ver que los recuerdos, son sólo eso recuerdos que ocupan un lugar importante en nuestra maleta de la vida. Nos decidimos a cargarla con fotografías, objetos de valor y miles de cosas que nos hacen acordarnos de todo lo que no tenemos a nuestro lado, de la infancia pasada, de momentos especiales y únicos. Todo esto conforma nuestra vida y ronda en nuestra mente.
Puestos a recordar, decidí ahondar un poco más en el tema y encontré una reseña de Eduardo Punset. Este se pregunta si realmente podemos fiarnos de nuestros recuerdos, personificados en un aroma, una frase, una imagen... Durante una entrevista que tuvo lugar en el programa Redes, Martin Conway nos descifra que los recuerdos son tan reales como no reales, es decir, estos se relacionan muy directamente con nuestra experiencia del mundo, pero también se corresponden con lo que somos al margen de la realidad.
Nuestro pasado no siempre fue como lo imaginamos, aún menos en nuestros primeros años de existencia, pero las cosas que recordamos contribuyen a formar nuestra identidad, nuestra biografía y al fin y al cabo a ser como somos.
A partir de la adquisición del lenguaje podemos construir conocimientos más duraderos llegando así a percibir los recuerdos. Cuando decimos que olvidamos un recuerdo, no es que lo hayamos borrado por completo de nuestro cerebro, sino que se vuelve inaccesible a nuestra conciencia.
"Poder disfrutar de los recuerdos de la vida es vivir dos veces".
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